La relevancia que hoy tiene la el cuidado del medio ambiente en la opinión pública y en los negocios nos obliga a analizar este tema desde distintas perspectivas. Para nadie es un misterio que no estamos hablando de una moda, sino de un aspecto de nuestro desarrollo y de nuestra vida que hace rato llegó para quedarse.
La creación de un Ministerio de Medio Ambiente, una Superintendencia y Tribunales Ambientales, junto a la legislación existente desde principios del 2010 (Ley 20.417) refleja que, al menos a nivel de regulación, el país está en medio de un cambio hacia estándares más exigentes. Los debates públicos, la vigencia del medio ambiente en las redes sociales y en los medios de comunicación, nos hablan de la importancia que tiene para nuestra sociedad y que estamos frente a un tema cuya relevancia solo puede crecer en el futuro.
Ambas perspectivas tienen una gran importancia para los negocios. Ya sea que se vea desde el riesgo, donde ignorar o incumplir con aspectos ambientales que le son exigidos a nuestro negocio puede generar multas altísimas(especialmente si las comparamos con las anteriores a la mencionada ley), afectar la reputación o perder cuotas de mercado –lo que incluye además cumplir con normativas de otros países a los que se exporta, lo que hoy abarca a la totalidad de las empresas. En otras palabras, los riesgos ambientales ya no son exclusividad de las empresas mineras o aquellas “con chimenea”.
Desde una perspectiva país, es obvio que el gran desarrollo empresarial de Chile ha convertido a las empresas en los grandes actores a la hora de cumplir acuerdos internacionales y reducir los impactos ambientales (como la huella de carbono) de Chile a nivel mundial. En este caso el acuerdo 20/20 a que hemos hecho referencia antes, y la implementación del 5% de ERNC en la generación eléctrica son dos buenos ejemplos. Respecto de las expectativas de la sociedad, las empresas son también foco de atención del que se espera cumpla un papel muchas veces más allá de lo que les exige la ley.
En este contexto, surge la necesidad de una buena gestión ambiental como un aporte al valor de las empresas. Con esto nos referimos a incorporar decididamente los factores ambientales en las estrategias empresariales a través de un diagnóstico claro de sus activos y pasivos ambientales, de sus compromisos asumidos frente a la autoridad y a sus grupos de interés y a los procesos e indicadores instalados para su gestión. Este aspecto agregará a los antes mencionados de riesgo, reputación y mercado, ventajas respecto de ahorros de costos (especialmente en términos del uso de energía y otros servicios), anticipación e innovación en sus negocios.
Los due diligences ambientales, cada vez más frecuentes a la hora de valorizar una empresa, demuestran, por otra parte, que ya no hablamos solo de buenas prácticas sino de un aspecto que está directamente relacionado con la capacidad de una empresa para ser competitiva en los mercados actuales y a su vez cumplir con uno de los requisitos clave en las sociedad en que desarrolla su actividades: el de ser un socio capaz de generar valor compartido con sus grupos de interés y con su medio ambiente.
BBSC se expande a los Sistemas Integrados de Gestión (SIG) o HSEQ basados en la ISO 9001, ISO 14001 y OHSAS 18001 versión 2015. Para más información, escribir a contacto@bbsc.cl www.bbsc.cl
Avenida Raúl Labbe # 12.613 oficina 407 Lo Barnechea – Santiago – Chile
Teléfonos: +569 8139 3599 +562 2755 7489 +562 2948 7948