El leasing es una herramienta financiera clave para las pymes, pues permite adquirir activos mediante un contrato de arrendamiento, que puede derivar en compra, renovación o fin de la prestación del servicio.
El leasing es, sin dudas, una fuente de financiamiento clave para muchas pymes. Este sistema, regulado y avalado por la normativa internacional, considera un contrato en el que queda establecido el activo por derecho de uso y la obligación de quien ofrece el servicio. “Existe el leasing financiero y el leasing operativo. El primero asociado a una intención de compra final y el segundo no”, aclara la gerente general de Best Business Solutions Consulting (BBSC), Claudia Valdés Muñoz.
Dicha diferenciación es clave, pues, los objetivos son distintos. “Elegir entre uno y otro dependerá de si me interesa hacerme cargo del bien, de la mantención, etcétera; o si me da lo mismo adquirir el bien y lo que me interesa es la solución que me va a entregar”, explica la especialista tributaria.
Por ejemplo, muchos emprendedores arriendan fotocopiadoras que son bienes operativos, donde no importa mucho la marca o el modelo, sino su funcionalidad. “En Chile, el leasing no tiene una legislación propia, por lo que se va reglamentando de acuerdo con normas generales que regulan la modalidad de arrendamiento, según nuestro Código Civil. Sin embargo, sí existe la Ley 19.281 conocida como de leasing habitacional que establece las normas para el arrendamiento de viviendas con opción de compraventa”, detalla Claudia Valdés.
Fuente de financiamiento
En este contexto, en que los emprendedores deben cuidar sus recursos económicos, el leasing resulta una excelente alternativa y fuente de financiamiento, ya que no es necesario invertir grandes sumas de dinero para obtener un bien. O incluso, sirve para obtener liquidez en la caja.