En español, se puede traducir como fabricación esbelta, fabricación ajustada, fabricación ágil, pero lo más común es el término anglosajón lean manufacturing.
La filosofía lean manufacturing busca la forma de mejorar y optimizar el sistema de producción, tratando de eliminar o reducir todas las actividades que no añadan valor dentro en el proceso de producción. Se basa en los siguientes sistemas de producción:
- TQM: Calidad total
- JIT: Justo a tiempo
- Kaizen: Mejora continua
- TOC: Teoría de las restricciones
- Reingeniería de procesos
Hemos dicho antes que el lean manufacturing trata de eliminar o reducir las actividades que no añaden valor al producto, pero ¿cuáles son las actividades son las que no añaden valor?
Pues son las que no aportan nada al cliente, ni tampoco contribuyen a avanzar en el proceso de producción. Este tipo de actividades, hacen menos eficiente el proceso de producción. Son los llamados desperdicios del lean manufacturing o despilfarros.
La estrategia lean manufacturing identifica lo que no agrega valor al cliente y tiende a reducirlo o eliminarlo.
Si tuviera que explicarle a un niño pequeño qué es el lean manufacturing le diría que es “utilizar los recursos necesarios y el tiempo mínimo para hacer justo lo que haya que hacer y cuando haya hacerlo”.
La clave del éxito de la metodología lean manufacturing es que implica la colaboración y comunicación plena de todos los niveles de la empres: directivos, mandos intermedios y operarios.
Esta nueva cultura tiende a encontrar la forma de aplicar mejoras continuas utilizando los mínimos recursos, eliminando el despilfarro, mejorando la calidad y reduciendo tiempos de producción y el coste.
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